Crece violencia contra médicos

Por Reforma | Sábado, Agosto 23, 2014

Ciudad de México.- La Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina (AMFEM) alertó que cada vez son más las zonas del país donde los médicos pasantes son víctimas de agresiones de grupos delictivos.

“Lamentablemente, son cada vez más entidades las que presentan la problemática. Se han generalizado mucho las agresiones por parte de los pacientes a los chicos, e incluso los grupos delictivos los empiezan a presionar para que se sumen a sus actividades”, sostuvo Víctor Manuel García Acosta, presidente del organismo.

Los estados de la frontera norte, detalló, eran los que tradicionalmente presentaban incidentes, pero ahora hay agresiones en los estados del Pacífico Sur, del Golfo de México y el centro del país.

“Esta es la percepción de la AMFEM, pues no existe un censo oficial de las agresiones, debido a que no todos los incidentes son reportados. Algunos se resuelven localmente, con la Policía municipal o estatal”, indicó en entrevista realizada el jueves en el marco de la entrega de reconocimientos a los mejores estudiantes de Medicina del país, en la sede de la Academia Nacional de Medicina (ANM).

García refirió que en los casos más graves de violencia física, intentos de violación o amenazas, la medida que han pedido tomar es retirar a los estudiantes del sitio donde hayan sido agredidos, lo que deja sin servicio de salud a múltiples comunidades.

“A las comunidades y a las autoridades de salud les pedimos que tomen en cuenta la importancia de la presencia de los pasantes, porque son zonas donde el sector salud todavía no está en las condiciones de llegar con todos sus recursos humanos y materiales”, señaló.

El especialista reconoció que el mayor riesgo lo enfrentan las mujeres pasantes de medicina que realizan su servicio social.

Mónica Madrid Cadena, médico general egresada del Centro de Estudios Superiores de Tepeaca, Puebla, reconoció los riesgos que enfrentan.

“Es bien sabido que la mayoría de unidades en comunidades rurales no tienen la seguridad necesaria para que los pasantes podamos estar ahí. En mi caso, sólo estaba con mi enfermera en San Martín Caltengo”, comentó.

“Muchos de nosotros estamos en comunidades rurales aisladas, solos, sin material, con el mínimo indispensable”, señaló Carlos Segura Sánchez, egresado del IPN que realiza su servicio social en la comunidad rural Agustín González, en San Miguel de Allende, Guanajuato.