SRE: Perry olvida el peso de México; Meade rechaza postura unilateral de Texas

Por Excélsior | Viernes, Septiembre 19, 2014

José Antonio Meade, secretario de Relaciones Exteriores, cuestionó la postura de Rick Perry, gobernador de Texas, sobre la responsabilidad de México en la seguridad fronteriza en materia de migración, narcotráfico y terrorismo.

“Al gobernador Perry se le olvida que México es el primer destino de las exportaciones de Texas, que México es un país del G20 y que en el diálogo de México con Estados Unidos hemos, por muchos años ya, reconocido, primero, que la seguridad es un reto compartido”, aseguró en entrevista con Excélsior.

Tras señalar que el desarrollo de la frontera debe darse bajo una visión compartida, dijo que México condenó las recientes declaraciones del gobernador “porque desconoce el marco de corresponsabilidad que tenemos en seguridad, el marco de corresponsabilidad que tenemos de desarrollar la frontera, y de ahí que una decisión unilateral no sea una decisión conveniente ni útil”.

“México se ve bien y genera interés mundial”

El canciller asegura que uno de los objetivos de la política exterior es proyectar la democracia que existe en nuestro país, así como la capacidad para ponerse de acuerdo en entregar resultados importantes.

A casi dos años de estar al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade destaca la proyección de México a nivel internacional, y el papel de nuestro país en los conflictos mundiales.

En entrevista con Pascal Beltrán del Río para Excélsior y Grupo Imagen Multimedia, el canciller detalló que los objetivos de la política exterior se enfocan en la promoción económica, cultural y turística.

Por otra parte, negó que exista desinterés sobre los temas como el conflicto en Siria y criticó la decisión del gobernador de Texas, Rick Perry, de aumentar la seguridad fronteriza.

— Vemos a un México presente en el mundo, tú mismo has estado en más de 150 países, pero, ¿cuál sería para ti el propósito de la política exterior, el interés central de México en el mundo?

— Primero, con la política exterior estamos buscando promover a México en lo económico, en lo cultural, en lo turístico. Buscamos cuidar nuestros intereses fuera, que son cada vez más crecientes y diversificados, y van desde el fenómeno de migración hasta inversionistas globales que empiezan a tener intereses fuera.

“Queremos, además, ensanchar nuestro entorno de diálogo político. México tiene pertenencias geográficas muy importantes, también tiene pertenencias económicas, y lo que hemos hecho con sistema, con método, es identificar cada pertenencia, cómo traducirla en un elemento de oportunidad en apoyo de la política interior, en apoyo de conseguir mejores condiciones de prosperidad, inclusión, de educación y de paz y seguridad.”

— ¿Dirías que es primero la promoción, ése es el primer objetivo?

— Es un objetivo muy importante, pero en términos generales lo que queremos hacer primero es que la política interior y exterior vayan de la mano, lo que queremos hacer en México es generar condiciones de inclusión, de prosperidad, de paz, de educación; lo que hacemos en la política exterior es acompañar esos objetivos y buscar que nuestro diálogo esté orientado a conseguir elementos que nos ayuden a lograr esos objetivos de política interior.

“Y segundo, la geografía en todos los casos está dada, el tamaño de nuestra economía nos abre espacios de diálogo en otros continentes, en otras regiones, pero lo que queremos es que esas condiciones que están dadas se traduzcan en oportunidades, de ahí que ese acercamiento que hemos buscado hacer con muchos países del G-20, en donde no teníamos andamiaje jurídico, ni un barco que le diera el tipo de relación que debiéramos de tener, y eso es lo que ha orientado nuestro trabajo.

“Es un trabajo en donde con cada visita hay una idea específica de una oportunidad que puede lograrse en estos dos ámbitos: las geográficas y las económicas.”

— ¿Por pretender abarcar mucho no estamos apretando poco?

— Yo creo que no, si revisamos lo que hemos hecho, es decir, a ver en dónde tenemos pertenencias: Centroamérica, Caribe, Norteamérica, Latinoamérica y en la región de Asia-Pacífico. ¿Qué podemos lograr con cada una de esas regiones? Que sea concreto, que sea útil, que abone a lo que se está haciendo en política interior.

“Con Estados Unidos, un diálogo ampliado, multitemático, equilibrado, en donde hablemos como lo hacemos siempre de seguridad y migración, pero que podamos hablar de educación, de economía, de comercio, de logística, de cómo desarrollar en la frontera un espacio de competitividad.

“Con Centroamérica hablamos de aquellos elementos que nos ayuden a generar prosperidad, inclusión y paz en esa región y, en consecuencia, en México. Y ese diálogo se ha traducido en carreteras, en cruces fronterizos, en puentes, en atención a los menores migrantes no acompañados.

“Con Latinoamérica, en donde somos el cuarto socio comercial y uno de los inversionistas más importantes del mundo, toda esta historia, esta cultura que nos vincula, queremos traducirla en crecimiento, en inversión, en empleo y en ese empeño vamos.

“Con el Caribe, con quien compartimos más de 700 kilómetros de frontera, tenemos retos que hoy se hicieron patentes en Baja California Sur, con el meteoro resultado del cambio climático, y con ellos queremos hablar de cómo aprovechar mejor el recurso del mar Caribe como turismo, cómo hacerlo sostenible, cómo fortalecer nuestras capacidades frente a los retos que plantea el cambio climático.

“Y en el G-20, por el tamaño que ya tiene México, el no aprovechar la pertenencia a ese espacio y acercarnos a países que lo integran, implicaría dejar de lado oportunidades de inversión, de empleo, de comercio, de turismo y de promoción cultural.”

— En pocas palabras, si quisieras que se definiera México por su papel en el mundo, por todas esas cosas que mencionas, ¿qué dirías que es México?

— Creo que cuando hoy ve uno un mundo convulso en muchas regiones, lo que queremos es que cuando piensen en México piensen en una democracia y que tiene la capacidad de ponerse de acuerdo en entregar resultados importantes y darnos una mejor plataforma de crecimiento, en un país que es la décimo cuarta economía más grande del mundo y que probablemente a los 20 años sea más grande en el continente que Canadá, y esté entre los primeros 10 espacios.

“Veo una población joven y bien preparada para acceder a los retos que implica la población global, en un destino que recibe a más de 25 millones de turistas al año, en un país que tiene más de 31 destinos que son patrimonio de la humanidad, en un país que ha sabido vivir con diversidad y hacer de la diversidad una de sus principales ventajas competitivas. Todo eso contrasta hoy con México, con el mundo, y hace que México se vea bien, que genere interés y que despierte una visión diferente.”

— El Presidente va por primera vez a Naciones Unidas. El año pasado no estuvo por las tormentas y los desastres por los huracanes, ¿cuál es el propósito que se busca?, ¿cuáles son las iniciativas que va a promover México en la Asamblea General de la ONU?

— La semana alrededor de la Asamblea General de Naciones Unidas es su oportunidad para que se ponga de relieve la visión que tiene México por cuanto actor global responsable, es la oportunidad de participar y poner acento en otros temas.

“Es posible que el Presidente participe en una conferencia sobre pueblos indígenas, un tema que México ha reconocido como importante, en temas de reconocer su identidad y sus espacios y derechos, que participe en una sesión muy importante sobre cambio climático; el secretario general Ban Ki-moon ha convocado a los líderes para que participen en la conferencia de cambio climático y se hagan propuestas y compromisos concretos.

“México tiene mucho que decir, por lo mucho que ha construido a la arquitectura que el mundo está diseñando para hacerle frente al fenómeno y por lo mucho que ha padecido, resultado de esta falta de consensos alrededor de lo que hay que hacer hacia adelante: la propia participación en la Asamblea General.

“México encabezará el año que entra el panel sobre gobiernos abiertos y, por lo tanto, asumirá en esta semana la coordinación de ese tema, entonces permitirá al Presidente hablar de temas que nos son muy cercanos y muy importantes, desde indígenas hasta cambio climático, además de esbozar frente al mundo lo que México está haciendo en materia de transformaciones estructurales y lo que México aporta en la agenda multilateral.

“Uno muy importante, que además es emblemático del espejo que hace la política exterior de la política interior, se está debatiendo en el mundo cuáles deben ser las Metas del Milenio, las metas de desarrollo después de 2015. México está proponiendo que la inclusión sea una meta transversal, sea un eje rector de los objetivos específicos que nos planteemos en los distintos temas, y por inclusión entendemos niños, migrantes, discapacitados. No pensamos o piensa México que podemos tener metas del milenio si no es ése el eje rector.”

— Creo que no mencionaste el tema de las drogas. Naciones Unidas está revisando el tema del combate al narcotráfico, ¿qué queremos lograr ahí?

— Primero que se discuta. México ha hecho un llamado, ha sido de los que participó de manera importante para generar este espacio, primero en la OEA (Organización de los Estados Americanos), luego en la ONU (Organización de las Naciones Unidas), durante 2016.

“Claramente el fenómeno de la droga es global, por lo pronto hemisférico, y yo creo que es importante que nos demos un espacio de revisar si las políticas que hemos seguido son las que mejor enfrentan ese dilema, en la lógica desde la perspectiva de México de que la forma de enfrentarlo tiene que involucrar necesariamente corresponsabilidad y coordinación internacional.

“Enfoques unilaterales frente a un fenómeno global no nos aseguran éxito, por eso México celebra el que el mundo ponga atención en un tema que aquí mucho nos ha lacerado.”

— Pero, aparte de revisar y consensuar, ¿tenemos una postura concreta hacia dónde quisiéramos caminar?

— El Presidente ha señalado que México no ve con buenos ojos el tema de la legalización y pensamos que ése no es el mejor camino, pero pensamos también dentro de esta lógica multilateral que el consenso que se genere debe obligar a México y al resto del mundo a actuar en consecuencia del paradigma.

“Hoy ya hay convenciones en las Naciones Unidas que definen qué se permite y qué no se permite en materia de drogas, que penaliza la producción, que abre algunos espacios en materia de consumo que México, por cierto ha aprovechado, e integra en su legislación y pensamos que si hay una convención específica, es ahí donde deben verterse los cambios que en su caso se consensen.

— Dices que no debe haber una política unilateral, pero, ¿cuál es la postura del gobierno de México?, ¿cuál es la visión de entorno de estar llevando a cabo esta lucha y ver cómo en Estados Unidos, el principal consumidor de drogas, pues hay estados en donde ya se puede consumir, por lo menos, la mariguana de forma legal?

— Por eso pensamos que debe haber esta reflexión, porque ciertamente, el hecho de que veamos cómo en esos estados y en algunos países se definen algunos temas y algunas sustancias una política pública distinta, pues nos obliga a reflexionar cómo debemos reaccionar frente a los cambios.

—Tocaste el tema de los objetivos del milenio, pero a punto de cumplirse el plazo, ¿cuál es la evaluación que haces de lo que fue esta propuesta de Naciones Unidas y los objetivos en concreto?

— Fue un buen proceso en el sentido en el que puso la atención del mundo en temas más puntuales: mortalidad infantil, mortalidad materna. México fue midiendo su política pública y ha ido alcanzando, con mucho tiempo de anticipación, cada uno de sus objetivos. Sentimos que fue valioso el que Naciones Unidas pusiera foco en los temas, porque eso obligó al mundo a concentrar su política pública alrededor de ellos, pero en el ejercicio anterior estos temas los fijó Naciones Unidas, sin que mediara un proceso de consulta, un análisis sistemático de qué es lo que más convenía.

“Pensamos que este proceso tiene más valor, porque ha mediado un proceso de consulta, porque los diferentes países, México entre ellos, han sido anfitriones de espacios de reflexión regional y pensamos que el hecho de que Naciones Unidas fije la atención en algunos objetivos de desarrollo puntuales, ayudará a que el mundo revise e identifique mejores prácticas.

“El hecho de que ahora lo haga, después de un proceso de reflexión amplio, que congregó a gobiernos, a la sociedad civil, a académicos, le dará no sólo más legitimidad sino más utilidad, porque los objetivos que ahora se plantearon, si bien son importantes por sí mismos, no necesariamente tenían el arropaje de una consulta previa que los legitimara.

“Pensamos que con un proceso mucho más amplio de consulta y reflexión, en los que México ha jugado un papel destacado, tendríamos objetivos más armónicos, que estén mejor pensados, mejor conceptualizados, pero que igual permitirán la atención del mundo en aquellos elementos que de ese proceso resulten y que sean importantes para conseguir un desarrollo más amplio.”

— ¿Cómo vemos el tema de la reforma de Naciones Unidas? Claramente está en la mesa, hay un responsable asignado por el secretario general, hay quien piensa que la ONU debería ser más activa, hay quien piensa que debiera dedicarse sólo a asuntos humanitarios, ¿cuál es la visión mexicana de la reforma de Naciones Unidas?

— Es una discusión que lleva mucho tiempo, nosotros en general pensamos que Naciones Unidas tiene un lugar de privilegio, como un espacio que congrega voluntades, opiniones y diálogo.

“En particular, pensamos que, sobre todo, la instancia del Consejo de Seguridad no ha sido una que esté a la altura de los retos que hemos enfrentado. Pensamos, por ejemplo, y será un tema que se discuta en esta Asamblea General, que la posibilidad de veto e incluso frente a crisis humanitarias graves, como crímenes de lesa humanidad, no debiera permanecer como figura. Pensamos que este concepto de representantes permanentes y los que no lo son, no es un buen equilibrio para que el Consejo de Seguridad rinda cuentas y sea más representativo… Consideramos que debe haber una tercera categoría de miembros del Consejo de Seguridad que tengan mayores elementos de permanencia, que puedan ser reelectos, que no sean permanentes.

“Y ciertamente pensamos que el veto que hoy se tiene en el Consejo de Seguridad ha implicado que el consejo no pueda actuar o se haya limitado de actuar en situaciones en donde su voz, su participación, hubieran sido importantes. México habrá de seguir insistiendo en una figura de consejo que tenga estos elementos de representatividad, de rendición de cuentas y de un grado de actuar mucho más puntual y menos enfocado en una figura de veto que sentimos que no refleja el papel o que no le permite jugar el papel que debiera el Consejo de Seguridad.”

— ¿Cómo definirías el concepto de responsabilidad global, que solamente es un lema de esta cancillería frente a conflictos que se han vuelto, como tú lo dices, muy graves, un mundo muy convulso; está el tema de Ucrania en conflicto con Rusia, el surgimiento de la organización Estado Islámico, las manifestaciones en Venezuela, es decir, ¿hasta dónde México debe ser sólo un observador que dé su opinión o hasta dónde debía participar más en tratar de resolver problemas o en denunciar lo que ocurre?

— México cree en los espacios multilaterales, que el mundo está mejor cuando hay reglas claras que se comparten y espacios en donde esos temas se dirimen.

“La posición de México, que ha sido bastante local, ha sido en los foros que para esos efectos nos dotó esta arquitectura multilateral, dentro de la cual sentimos que se deben dirimir las controversias.

“México no se ha mantenido silencioso frente a lo que pasa en el mundo y lo que ha buscado es llevar esos conflictos al espacio multilateral en el que se debe discutir; por ejemplo, en el caso de Siria, claramente hay una convención internacional que prohíbe el uso de armas químicas.

“México considera y denuncia, con toda claridad, cuando se usan armas químicas en cualquier cosa, pero en particular contra la población civil.

“En el caso de Israel y Palestina, la ONU define con toda claridad que la solución a ese conflicto debe implicar al final dos Estados que sean seguros, que sean económicamente viables.

“Cualquier acción que se desvíe de la posibilidad de construir esa solución es una acción que México ha denunciado. Desde esa perspectiva, cuando se construyen asentamientos en violación a ese acuerdo que hace más difícil el instrumentar la solución de los dos Estados, México lo denuncia, pero cuando escudados por la población civil se disparan 15 mil misiles también contra población y objetivos civiles también México lo denuncia, porque México cree en el diálogo y no en el uso de la violencia o en la amenaza.

“Entonces, hemos sido claros, nos hemos pronunciado en esos temas en el Consejo de Derechos Humanos, en la Asamblea General de la ONU y en el Consejo de Seguridad.”

— ¿Qué tan grave es la amenaza del Estado Islámico?

— Cualquier forma de extremismo es grave y complicada. Consideramos, sin embargo, y lo ha dicho México, lo ha dicho Estados Unidos, no hay una amenaza de vulnerabilidad en las fronteras.

“México no es paso del extremismo islámico; México colabora, contribuye y asume una responsabilidad compartida en temas de seguridad del hemisferio y la integridad de nuestro territorio. Y ha sido muy claro, muy puntual, primero en que trabaja para asegurar esa seguridad; y segundo, en que no hay una amenaza vigente, creíble, actual y en potencia de que México sea utilizado para esos efectos.”

— Es decir, ¿es imposible que un grupo pudiera infiltrarse en México para atentar contra mexicanos o contra estadunidenses?

— Con los elementos que tenemos hoy estamos muy tranquilos de que no enfrentamos ese riesgo y esa posibilidad.

— Hizo una declaración la Iglesia, a través del cardenal Norberto Rivera, respecto a que México no ha sido muy activo en la denuncia de actos de genocidio en contra de la población cristiana en Siria y en Irak. ¿Qué opinión tienes al respecto?

— Lo hemos sido y lo fuimos en los foros adecuados, lo acreditamos en diálogo con el cardenal Rivera, para que tuviera la información necesaria, y de la misma manera que uno a veces no está pendiente de la homilía, pues en algunos casos quien dicta la homilía no está pendiente de los pronunciamientos que ya ha hecho México en los foros correspondientes, una vez teniendo él la información quedó satisfecho.

 — Quisiera preguntarte por el tema de los niños migrantes, y voy a comenzar con la lectura de lo que dijo al respecto la diputada Adriana González, del PAN, por ser la oposición: la crisis de los niños migrantes, tanto de mexicanos en Estados Unidos como de centroamericanos en México, la respuesta fue la negación del problema y la negativa a revisar la política de refugio. ¿Qué opinas al respecto?

— No comparto el análisis de la diputada, realmente con respeto. Creo que México fue muy claro en comunicar la estrategia que iba a seguir frente a este fenómeno, con el interés de siempre de la estrategia, una estrategia también creativa, inteligente; primero, de reconocer el derecho a hacer vida en la frontera; segundo, la obligación de ordenar los flujos migratorios; tercero, de proveerles instancias de salud, cosa que México empezó a hacer mucho antes de que el fenómeno ocupara la atención mediática.

“México puso instancias, instalaciones de salud disponibles para los migrantes desde principios de esta administración y por su buen funcionamiento el Presidente instruyó a que se multiplicara. Igual en el caso de albergues, coordinados en materia internacional para efectos de combatir el fenómeno de la trata y adicionalmente una serie de intercambios consulares con Estados Unidos y los países centroamericanos, para identificar mejores prácticas.

“Y el tema, por cierto, no atraviesa por la discusión del refugio, porque para el niño centroamericano una vez rescatado de cualquier fenómeno que pusiera en peligro su integridad, su alternativa no es quedarse en México,  sino la reunificación familiar, ya sea en el norte o en el sur. Y nuestra obligación, en el privilegio de la protección del niño, es resolver el tema de su reunificación familiar de la mano del gobierno centroamericano del que hoy no ha mediado una solicitud de refugio, y por lo tanto no da lugar a una reflexión respecto de una solución a lo que hoy no es un problema.

“El migrante no acompañado no está buscando refugio en México, cuando lo ha buscado, conforme a los diferentes parámetros que tenemos, se han venido otorgando y de hecho se han otorgado más refugios en este par de años.”

— Hablando de los migrantes en general, los que huyen de la violencia en Centroamérica, ¿México está abierto a otorgar este beneficio cuando se solicite?

— Sí, tiene instancias y reglas claras para hacerlo. Evalúa caso por caso y donde encuentra mérito ofrece el refugio; de hecho, esta política de frontera segura va mucho más allá de eso.

“Esta política de frontera segura reconoce que entre Guatemala y Belice y los cuatro estados fronterizos hay un flujo permanente de intercambio familiar, de trabajo, de vacaciones, de explotación común de recursos naturales, y por la vía de ordenar el flujo permite un desahogo pleno de esa vida en frontera que va mucho más allá de la definición estricta de los refugiados.”

— La decisión de impedir que los migrantes suban al tren, de acuerdo con algunas organizaciones no gubernamentales, los pone más en riesgo, porque los obliga a usar otras rutas, ¿qué opinas al respecto?

— Cuando uno revisa los números, eran ya relativamente pocos los que usaban el tren como medio de transporte. Con información, incluso de los norteamericanos, menos de 17 por ciento de quienes llegaban al norte del país lo hacía utilizando vías del tren.

“Claramente, como comentó en su momento el secretario de Gobernación, esa vía de transporte ponía en peligro la integridad y, por lo tanto, se han implementado medidas en protección del propio migrante y en defensa de una ruta y de un medio de transporte que no estaba diseñado para la transportación de personas.”

— ¿Cuál debiera ser la prioridad de México frente a la migración en general, la migración centroamericana? ¿Acompañar a los migrantes, garantizar sus derechos humanos o tener una frontera segura donde se aplique la ley mexicana?

— La prioridad de México debería ser el desarrollo de Centroamérica como una forma de enfrentar la raíz del problema, mucho hemos dicho por muchos años, que nos sentimos identificados con Centroamérica, que somos cuna de culturas milenarias, que compartimos los orígenes del maíz y del chile; pero atrás de ese discurso de hermandad y cercanía, ahora hemos puesto acciones específicas a través del Fondo de Yucatán, y en el contexto del diálogo que tenemos con Mesoamérica, hemos invertido en carreteras en Nicaragua, en puentes entre Panamá y Costa Rica, en cruces fronterizos, en una interconexión de nuestro sistema eléctrico, estamos estudiando la posibilidad de construir un ducto de gas que abastezca a Centroamérica, en la inteligencia de que si generamos condiciones de prosperidad en Centroamérica eso va a mejorar la condición de vida del migrante.

“Ahí es pertinente recordar, son 50 millones de habitantes que han venido creciendo a una tasa promedio cercana a 5% en la última década, y con quien México comercia más de lo que comercia con España, y, además, el principal inversionista en buena parte de los países que integran Centroamérica. Desde la perspectiva de México en el diálogo debiera poner al centro primero la integridad y los derechos humanos del migrante, niño no acompañado o migrante en general, pero segundo, reconocer que de fondo lo que debemos es generar condiciones adecuadas de desarrollo y en eso estamos empeñados.”

— Hablando de cooperación, porque ése es el tema que estás tocando, hay quien piensa que México no coopera lo suficiente, que coopera mucho menos que otros países del propio continente.

— México está atravesando una transición entre ser un país netamente receptor de cooperación internacional a ser un país que escoge qué cooperación requiere y que busca qué cooperación puede ofrecer.

“Hemos tomado en serio esa transición, hemos identificado un padrón desde políticas públicas hasta recursos con los que México puede cooperar y hemos hecho sentir esa seguridad con recursos. Por ejemplo, cuando en una sola noche en dos horas de lluvias San Vicente y las Granadinas perdieron la quinta parte de su Producto Interno Bruto, México aportó recursos para su reconstrucción; la hemos hecho sentir en los cruces fronterizos, cuando uno atraviesa la frontera entre México y Belice, la carretera por la que lo hace, seis kilómetros, la construyó México; la hemos hecho sentir en el tramo panamericano de las carreteras de Managua, la primera que van a tener con cemento hidráulico, para reducir el tiempo que implica cruzar; la hemos hecho sentir en la iluminación de la frontera, con recursos de México.

“Entonces, cada vez más en esta transición México escoge cómo cooperar en el ánimo de que esa cooperación resulte útil para la integración regional, y escoge de mejor manera qué cooperación es la que recibe en el ánimo de que ésta sea útil para los objetivos de política interior.

“Cierro con un último ejemplo: México concentra atención en esta administración en la Cruzada contra el Hambre y la extiende para que sea una política mesoamericana y, junto con la FAO y los gobiernos centroamericanos, identificamos formas de concentrar los recursos de los Estados en combatir las zonas o las condiciones estructurales que generan hambre en la región mesoamericana.”

— La relación con Estados Unidos hay quien la juzga a partir de que no ha habido una visita oficial del Presidente todavía, ¿te parece a ti un punto por el cual pueda ser medido en este momento el vínculo con Estados Unidos?

— En la relación hay que recordar, primero, que ha habido dos visitas del presidente de Estados Unidos a México, una multiplicidad de encuentros de diálogo entre funcionarios de alto nivel de las dos administraciones federales, y un despliegue de un trabajo diplomático cotidiano de todos los días, que ha traído resultados importantes, al tiempo que empujamos y consideramos importante una reforma migratoria y sentimos que es un tema en el que los dos países tendríamos que avanzar en beneficio fundamentalmente del migrante.

“Este despliegue de trabajo con Estados Unidos ofrece retos, y resultados todos los días, por ejemplo: dos terceras partes de los estados que hoy permiten que el migrante maneje, se lograron durante esta administración, trabajando junto con las comunidades.

“Creo que el diálogo ha sido cercano, de alto nivel, con independencia de la sede, y un diálogo que habrá de continuar, habrá visitas de trabajo de México a Estados Unidos, habrá, a principios de año, una nueva cumbre de líderes de América del Norte y creo que debemos juzgar la relación por sus resultados, y sus resultados en términos del diálogo entre gobiernos y de las condiciones de vida del migrante han sido resultados alentadores.

— ¿Habrá una visita oficial próximamente del Presidente de México a Estados Unidos?

— Se está en proceso de platicar y revisar agendas. Hay la intención de mantener un diálogo fluido, entonces es muy posible que como parte de ese diálogo se dé un encuentro pronto.

— Las declaraciones del gobernador Perry sobre la situación en la frontera, dice él que México no ha cumplido con su responsabilidad, ¿qué opinas al respecto?

— Al gobernador (Rick) Perry se le olvida que México es el primer destino de las exportaciones de Texas, que México es un país del G-20 y que en el diálogo de México con Estados Unidos hemos reconocido primero que la seguridad es un reto compartido; segundo, que el desarrollo de la frontera se tiene que dar también con una visión compartida, de ahí que México haya condenado las declaracionesdel gobernador, primero porque desconoce el marco de corresponsabilidad que tenemos en seguridad, en desarrollar la frontera, y de ahí que una decisión unilateral no sea conveniente ni útil.

“Desconoce, además, las últimas tendencias en materia migratoria y de seguridad. Tomando en consideración que el gobernador se irá en noviembre, la naturaleza política de sus declaraciones y el hecho de que no están fundadas en datos ni en un análisis correcto, hemos puesto a su disposición a nuestra cónsul de Austin, para que si quiere informarse de todos estos elementos, lo pueda hacer.”

— ¿No debió haber reaccionado antes México? Porque el envío de los miembros de la Guardia Nacional texana a la frontera ya tiene algunas semanas.

— Lo hizo desde el principio. México condenó la decisión unilateral de hacerlo, desde que se conoció que se iba a hacer quisimos entender la naturaleza del papel que iban a jugar, porque frente a lo que estaba pasando, en términos de la atención al migrante, queríamos entender si era un despliegue humanitario, cosa que hubiera sido deseable, incluso bienvenida, pero no habiendo sido un despliegue humanitario para apoyar, sobre todo a los niños centroamericanos, ciertamente que sea unilateral, que no sea coordinada, que sea en el marco de un diagnóstico parcial y con datos equivocados, es reprobable.

— Una última pregunta, estamos muy cerca de 2015, un momento de definiciones políticas, ¿lo mejor para México es seguir teniendo un canciller que no tiene una militancia política?

— México tiene un canciller con la generosidad del presidente Peña Nieto, que tiene una gran vocación de servicio por México, y espero que ese desempeño y ese compromiso siga siendo útil.