Crece inconformidad contra recicladora de hidrocarburos en Veracruz

Amatlán.- Más de 200 personas se manifestaron por segundo día consecutivo afuera de la planta recicladora de hidrocarburos que se ubica en la entrada del camino Paraje Nuevo-Santa Ana, donde la noche del sábado obligaron al personal a desalojar la fábrica y colocaron sellos para impedir que siga funcionando, debido a las afectaciones a la salud y molestias que presentan varios vecinos. 

Los afectados convocaron a otras comunidades para que se sumen a la protesta, y demandaron la intervención de las instancias de Gobierno, para evitar que el problema continúe.

Protegidos por una carpa, los pobladores pasaron la noche en guardia para que los trabajadores no abrieran la planta, y ayer formaron un comité de siete personas para promover la reubicación de la industria.

Los inconformes denunciaron que debido a las emanaciones de los químicos con los que son tratados los hidrocarburos, les provoca náuseas, mareos, ardor en garganta y oídos, así como sensación de vómito.

Otra de las quejas es porque la fábrica también vierte sus desechos a una zanja, la cual da al arroyo El Jabalí y posteriormente llega al río Atoyac, que es un abastecedor de agua potable para varios municipios y zonas de cultivos como Atoyac y Cuitláhuac.

Desde la noche del sábado, los pobladores se reunieron afuera de la empresa denominada Compañía Recicladora de Hidrocarburos CRHISA y solicitaron la presencia de Bomberos de Córdoba, personal de la Dirección de Protección Civil y la Policía Municipal.

Molestos exigieron que las válvulas de los contenedores fueran selladas y desalojaron a los trabajadores, mientras el personal de Protección Civil colocó una tira plástica para prohibir el paso a la planta.

Cerca de la medianoche, instalaron una carpa, donde pernoctaron para impedir que las instalaciones fueran abiertas.

Ayer, una vez más se concentraron más de 200 vecinos, tras haber sido notificados por un vehículo con sonido, y tras analizar la problemática, formaron un comité, el cual quedó integrado por siete personas, entre ellos, el agente municipal, Constantino Choperena, la auxiliar de salud Marcela Rivera, el ingeniero químico Enrique Flores Román, así como Miriam Romero, Néstor Mora y Allán Heredia.

En la reunión participó el promotor ambientalista de Atoyaquillo, José Enedino Rosas, quien manifestó que las emanaciones de químicos afectarán al río Atoyac, así como a otros lugares como Cuitláhuac que cuenta con un sistema de riego, y al menos nueve localidades de Atoyac, cuyos cultivos subsisten de este cuerpo de agua.

Los vecinos, hicieron un llamado al pueblo en general para que se una al movimiento, e incluso indicaron que apoyarán a otros movimientos como el de San Rafael Río Seco, donde los vecinos se oponen a la instalación de una planta recicladora de basura.