No subirán aranceles al acero; cuida a productores finales

Por El Economista | Viernes, Julio 3, 2015

La Secretaría de Economía argumentó que decidió no aumentar los aranceles a la importación de acero, porque afectaría con ello a los productores de bienes de consumo final establecidos en México, entre ellos a los fabricantes de autos, camiones y electrodomésticos.

Industriales siderúrgicos han demandado el aumento de aranceles, luego de que las importaciones de productos de fundición de hierro y acero crecieron a una tasa promedio anual de 6% del 2010 al 2014, mientras que las de manufacturas de fundición de hierro y acero escalaron a una media de 9% en el mismo periodo, para sumar juntas 18,834 millones de dólares en el 2014.

La Secretaría de Economía respondió que impuso desde diciembre avisos de importación a 113 clasificaciones del sector siderúrgico, para evitar la triangulación de importaciones, y que de las 31 cuotas compensatorias en el sector acerero, que son la mitad de todos los sectores, 15 se establecieron contra China, en productos como ciertas láminas y placas.

En los próximos días, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) anunciará una medida adicional: bajo el esquema de importaciones temporales (usadas para fabricar productos a condición de que sean exportados), pedirá una garantía para que si el acero no sale del país, se le cobre la cuota compensatoria a la empresa infractora.

“La alternativa es aumentar el arancel, pero cuando se pone un arancel le pegas a todos los países y también dañas a las cadenas de integración nacional”, dijo Ildefonso Guajardo, secretario de Economía.

México aplica un arancel promedio de 2.8% a las importaciones de metales y minerales, pero la Organización Mundial de Comercio (OMC) le da derecho a elevarlos hasta una media de 34.3% y hasta 50% en algunos casos.

El gobierno federal considera que si aumenta los aranceles a la importación de acero incurriría en lo que se conoce como una “incongruencia arancelaria”, esto es que un producto final enfrente un nivel arancelario insuficiente para compensar los sobreprecios generados por los aranceles aplicados a las materias primas.

“Hemos visto que algunas empresas acereras han instado a las autoridades a tomar medidas arancelarias, normativas o hasta cambios de legislación que podrían afectar a nuestra competitividad”, dijo Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

“Vemos con preocupación estas solicitudes, presiones que se han estado manifestando al gobierno federal, para tomar medidas que claramente pueden dar al traste con nuestra competitividad y, con ello, dar al traste con planes importantes de inversión”, agregó.

Máximo Vedoya, presidente ejecutivo de Ternium México, destacó que hay sobreoferta global de 400 millones de toneladas de acero y pidió una mayor intervención gubernamental.

Importa aceros de países con los que México tiene tratados comerciales, refieren

Elevar arancel no impacataría a automotrices: acereras

Las empresas ArcelorMittal México, Altos Hornos de México, Deacero y Tubacero pidieron a la Secretaría de Economía que establezca un arancel temporal a las importaciones de acero procedente de los países con los que México no tiene acuerdos comerciales.

En un comunicado conjunto, las cuatro compañías propusieron que, en paralelo,se contemplarían “excepciones calificadas” para sectores industriales que requirieran la introducción de ciertos aceros no producidos en el país.

“Por ejemplo, contrario a lo que han sostenido voceros de la industria automotriz, ese sector no tendría ninguna afectación, dado que 89% de los aceros que utiliza son importados y provienen de países con los cuales México sítiene tratados comerciales”, adujeron.

Hasta donde se conoce, agregaron, el sector automotriz no ha estado importando aceros en condiciones de comercio desleal, a precios menores que los reales o de menor calidad, porque esto se habría reflejado en una disminución en los precios o en la violación de los rigurosos estándares de calidad de los vehículos, lo que no ha sucedido.

Las empresas demandaron, además, dotar de recursos humanos y materiales suficientes a la Unidad de Prácticas Comerciales Internacionales y al Servicio de Administración Tributaria para iniciar de oficio casos antielusión, creación de grupos de control y monitoreo de las importaciones.

Sobre las normas de comercio internacional, pidieron igualarlas con las aplicadas por Estados Unidos, lo que implicaría reducir los tiempos para iniciar y llevar a cabo investigaciones sobre prácticas desleales de comercio.

Solicitaron copiar otros dos aspectos de Estados Unidos: imponer un margen alto de cuota antidumping cuando los países y empresas demandadas no aceptan participar con procedimientos de defensa o lo hacen parcialmente, y no considerar, en las investigaciones, la utilidad financiera de las empresas, con el fin de que prive el salvaguardar a las ramas de la producción nacional.