Asesinan a jefe policiaco vinculado con la muerte de normalistas en 2011

Por La Jornada | Viernes, Julio 31, 2015

Chilpancingo, Gro.- Un comando dio muerte en esta ciudad a David Jesús Urquizo Molina, comandante de la policía ministerial encargado de delitos graves de la Fiscalía General del Estado, a quien se vinculó con el operativo en el que murieron dos estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa el 12 de diciembre de 2011 en la Autopista del Sol México-Acapulco.

Más tarde, agentes de esa corporación se enfrentaron con los presuntos responsables del homicidio de Urquizo Molina en la Autopista del Sol México Acapulco, cerca del crucero que va al municipio de Chichihualco. Allí dieron muerte a tres de los supuestos pistoleros y detuvieron a ocho; cuatro personas resultaron heridas, entre ellas un policía.

De acuerdo con los reportes policiacos, a las 8:45 horas de este jueves Urquizo Molina circulaba en una camioneta de la corporación en las inmediaciones del panteón municipal cuando un comando le disparó al menos 120 balazos. Testigos dijeron que el oficial respondió a la agresión, pero murió. A su lado quedó el rifle AR-15, y una pistola de cargo que utilizaba.

El crimen ocurrió a unos 200 metros de la 35 Zona Militar en Chilpancingo; minutos después se acordonó el área.

Casi una hora después, policías ministeriales localizaron a los presuntos asesinos de su jefe en un negocio de grúas al norte de la ciudad, donde comenzó un enfrentamiento con saldo de tres muertos, ocho detenidos y tres heridos: Carlos Terrero Solano, Arturo Alejandro Avilés Sánchez e Ignacio Méndez Adame, este último muy grave, según el reporte médico.

En el proceso de investigación de los hechos del 12 de diciembre de 2011 –cuando los estudiantes de la normal de Ayotzinapa Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús fallecieron en un operativo policiaco efectuado en la Autopista del Sol–, a Urquizo Molina y al entonces fiscal especializado para la investigación de delitos graves, Esteban Maldonado, se les acusó de haber torturado al también normalista Gerardo Torres Pérez, al que sembraron un rifle AK-47 con la finalidad de que declarara que los alumnos también habían disparado contra los policías y que sus compañeros habrían caído en un fuego cruzado.

El pasado 23 de mayo, Urquizo Molina había sido objeto de una emboscada cuando salió de su trabajo, de la cual resultó ileso.